Para memorizar:
«Solamente esfuérzate y sé muy valiente para hacer conforme a toda la ley
que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella ni a la derecha ni a la
izquierda, para que seas prosperado en todo lo que emprendas» (Jos. 1: 7).
Para memorizar:
«Por la fe no pereció la prostituta Rajab junto con los incrédulos, porque
recibió en paz a los espías» (Heb. 11: 31, RVA-2015).
Para memorizar:
«Porque el Señor su Dios secó el agua del Jordán ante ustedes, hasta que hubieron
pasado; lo mismo que había hecho con el Mar Rojo, que secó ante nosotros
hasta que pasamos. Para que todos los pueblos de la tierra conozcan
la poderosa mano del Señor, y para que ustedes reverencien al Señor su Dios
todos los días» (Jos. 4: 23, 24).
Para memorizar:
«No ha habido día igual ni antes ni después, en que el Señor escuchara la voz
de un hombre, porque el Señor luchó por Israel» (Jos. 10: 14).
Para memorizar:
«Todos estos reyes y sus tierras tomó Josué de una vez, porque el Señor Dios
de Israel peleaba por los israelitas» (Jos. 10: 42).
Para memorizar:
«Yo, el Señor, examino el corazón y pruebo la mente, para dar a cada uno lo
que merece según sus obras» (Jer. 17: 10).
Para memorizar:
«Busquen primero el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán
añadidas» (Mat. 6: 33).
Para memorizar:
«Acuérdense de sus dirigentes que les hablaron la palabra de Dios; consideren
el resultado de su vida e imiten su fe» (Heb. 13: 7).
Para memorizar:
«Vuelvan a la fortaleza, ustedes, presos de esperanza. Hoy les anuncio que
les restauraré todo al doble» (Zac. 9: 12).
Para memorizar:
«Todas estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos
a nosotros, que vivimos en estos tiempos finales» (1 Cor. 10: 11, RV95).
Para memorizar:
«La respuesta amable calma la ira, pero la agresiva provoca el enojo» (Prov.
15: 1, NVI).
Para memorizar:
«No faltó ninguna palabra de las buenas que el Señor había hablado a la casa
de Israel. Todo se cumplió» (Jos. 21: 45).
Para memorizar:
«Y si les parece mal servir al Señor, entonces elijan hoy a quien servir […]
que yo y mi casa serviremos al Señor» (Jos. 24: 15).